La revolución de las grasas

No hace mucho tiempo… cuando se publicaba algún contenido sobre las grasas vegetales (aceites de semillas y derivados), la publicación era bloqueada como contenido no veraz. Eso está cambiando…, Aleluya!

Curiosamente, mientras abordaba la idea de escribir este artículo, varios profesionales de la salud y de otros sectores relacionados con la dietética y la nutrición, han vuelto al «ataque». Es la revolución de las grasas, porque las grasas malas dañan y mucho tu organismo. Están presentes en diferentes formatos e inundan el mercado.

1.- EL ACEITE VEGETAL DE SEMILLAS Y PLANTAS, Y LAS MARGARINAS

El primer aceite vegetal creado a partir de semillas de algodón data de finales del siglo XIX, con la hidrogenación parcial en 1911, apareció «Crisco», que se comercializó como «la alternativa más saludable a la manteca de cerdo… y más económica que la mantequilla«.

Para abaratar costes y hacer las grasas más asequibles y rentables para la industria, el siglo pasado se inundó de aceites vegetales industriales y refinados, y de margarinas procedentes de los mismos que eran grasas hidrogenadas, conocidas como grasas trans.

Por los daños que estas grasas industriales e hidrogenadas han ocasionado en la salud de la población, tanto en USA como en la UE, se ha legislado al respecto, y muy recientemente para controlar la cantidad presente de las mismas.

Muchas personas argumentarán que las margarinas de décadas anteriores eran peores que las margarinas actuales. Tienen parte de razón: la margarina estaba compuesta 100 % de aceites vegetales hidrogenados, lo que significa que estaban llenas de grasas trans. 

Pero a pesar de estos cambios, la pregunta es la siguiente: ¿Son perjudiciales los aceites vegetales industriales refinados y las margarinas?

2.- LOS ACEITES REFINADOS Y LAS MARGARINAS ACTUALES

Las grasas trans (todavía llevan un porcentaje que está permitido) y los ácidos grasos poliinsaturados, también llamados PUFA, presentes en los aceites vegetales, aceites de semillas y plantas, son modernos.

La diabetes, obesidad, cáncer, enfermedades cardíacas, síndrome metabólico y otros padecimientos fueron menos comunes en la primera parte del siglo XX, que en la época actual.

El dr. Knobbe, como muchos otros, proporciona la siguiente información:

Los PUFA y margarinas son muy ricos en omega 6, y en nuestro cuerpo debemos tener una proporción equilibrada entre los omega 6 y omega 3 para que no se produzca daño. La desproporción existente es moderna y asombrosa.

Se puede encontrar muchísma información al respecto, más ahora que antes, cuando era censurada en internet. Incluso publicaciones científicas. Lo importante es aplicar una mente crítica, investigar un poco y tomar una decisión, porque estas grasas las encontrarás en muchos alimentos adornados con vitaminas añadidas, mensajes confusos e incluso atractivos («alto oleico»).

1.- Aceite de oliva virgen extra. Siempre mejor en crudo.

2.- Cocinar con manteca, mantequilla, tallow, ghee… grasas animales. Elige productos de calidad. En España puedes encontrar mantequillas de pasto bastante asequibles. Incluso hay carniceros que venden manteca que nada tiene que ver con la de los supermecados.

3.- Hay otras grasas, como el aceite virgen de coco ecológico y el aceite de aguacate, más caros y no siempre tan fáciles de encontrar.

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